sábado, 8 de noviembre de 2014

La Carta Perdida, cuando la palabra "nación" asesina

Escuchando esta canción tal llena de emociones, de este drama que enluto nuestras naciones, si me refiero a naciones, pero no a esas que nos llevaron a llenar de sangre nuestra tierra, que atónita y silenciosa recogio sus hijos, guardándolos en su seno a la espera que entremos en razón.   Me refiero a una nación que acoje  al forastero "con voluntad decidida" para convivir en paz, donde la lucha es contra las inclemencias del tiempo. Una nación que cuida a los hijos de su tierra, donde la fronteras no pertenecen a los policías y las banderas no tiene nación.



domingo, 14 de septiembre de 2014

Mi espacio de libertad

Los muros están colmados de imágenes que evocan mi infancia, mis seres amados, momentos de magia que constituyen mi historia. Recorro la casa, de tanta simpleza, donde los colores impensados se combinan bajo la mente infinita de mi abuelo y el olor a mi comida favorita emana de las manos de la lela. Estoy en un castillo, porque en esta casa, de madera, construida por los hombres que han sido parte de esta familia, incluido mi padre que está ausente pero resuena en algunos rincones, yo soy una princesa tan amada, tan respetada, que no hay mejor lugar para mi alma cuando tiene dolor.

Me siento, los escucho, hablo. Y le encuentro sentido a cada uno de mis pasos. Mis movimientos, mis pensamientos, mis pasiones y temores están en este origen, en la herencia de la sangre y las costumbres, en los ritos y la educación. Mis abuelos me diseñaron y  moldearon para ser lo que soy.

Los miro, y deseo abrazarlos con fuerza para que mi piel logre expresar cuanto los amo por haber estado, por estar. Los abrazo y temo que esta sensación plasmada en el cuerpo mañana sea un tormento frente a su partida, frente al no tenerlos.
Me recuesto y la cama tiene olor a recuerdos. La humedad de la cama que espera a los nietos para que llenen los rincones con sus juegos y sueños. Recuerdo. Mi abuelo clavando en la muralla de la casa una estrella de mar, mi primer gran tesoro en la mas temprana infancia…nada le importó, ni la cara atónita de sus hijos por el daño al hogar, ni el olor que pronto ese adorno mural iba a entregar….porque era el regalo de su nieta, de la princesa, a la que hoy escucha atentamente a pesar de su sordera, en la que se encuentra reflejado en la lucha por los derechos de los excluidos, a la que le hizo su primer disfraz de flor…
Y mi lela amada, que me miro en sus ojos y no me odio tanto por lo que soy…porque se que me ama, lo siento tanto en mi corazón...ella me sana sin siquiera levantar la voz…su sola presencia es la comprensión de mi misión, es el sentido de lo que soy.

Hoy visité mi castillo amado, en un encuentro tan breve, tan fugaz pero suficiente para sostener mi cuerpo adolorido de algunas injusticias que no comprendo, pero que mis abuelos simplifican con su adorar, con su entrega, con recordarme que son una bendición…y que están conmigo y siempre lo estarán.

27 de febrero 2008

Dani

RAPA NUI


Visitar Isla de Pascua sin expectativas es vital…incluso sin haber estudiado mucho de la cultura, los significados, es como entrar desnudo a una cultura que no se aprender de ninguna otra manera que no sea escuchando de las bocas de su gente…y no de cualquier gente, sino de aquellos que miran con cara de pocos amigos, que se acercan a preguntar que haces es “sus tierras”y que cuando tu logras explicar que has venido a aprender y a compartir algo de tu historia también…las energías se transforman y se tornan acogedoras, brutalmente acogedoras, con empujones y voces rudas que te explican no son retos sino que la fuerza de un guerrero…

Porque si se revisa la historia de Rapa nui es eso. Guerreros entre ellos y hacia la periferia, un ombligo que se defiende con gritos, plumas y torsos bien mostrados que nada tienen de chilenos…que el aporte del conti durante la semana que estuvimos fue nuestro pequeño taller y la elección de Miss Rapa Nui, con Marlen Olivarí pululando por la Isla…triste.

Triste porque la dirección debería ser la contraria. Resulta extraño estar en tu tierra (suponiendo la soberanía chilena en la isla, lo que queda muy claro el día 9 de septiembre que recuerda ese acontecimiento y que en la plaza de la isla habían 3 personas y dos banderas,,,seria todo.
Y me refiero a una dirección contraria porque hace bien sentirse extraños de culturas de las que tenemos que aprender. Me da nostalgia ver como los rapanui se apoderan de sus tierras y costumbres, entonces debes hacer un esfuerzo para comprender, nunca para el sincretismo sino que para el respeto.

Entonces pienso en los mapuches en Santiago, en los aimaras en plaza de armas, disfrazados de urbanos continentales capitalistas y productivos…y me da lata. Quisiera ver un Santiago con plumas, telares mapuches, tambores nortinos y olor a comida peruana.

Siento que no me gusta el mestizaje. No en relación a la genética o al amor sino a la negación de una cultura por sobre otra. Ese poder hegemónico de la corbata por sobre el collar de plumas. Ese dogma de la iglesia católica por sobre la pachamama. Pero dialogando con Pedro él me hace notar que seguimos atrapados en un poder sobre el otro…en dos bandos, el rapanui o el conti, el mapuche o el citadino… en dualidad. Veo a Santiago y su cultura que por definición es la negación de la esencia…y avanza como una nube negra comiéndose las tierras de los pueblos originarios, las costumbres populares de los barrios, los espacios de la calle, lo que no es “bueno, bonito y elegante (lo barato es de rotos).  No tengo resuelta en mi mente esta disociación. La no dualidad que permita el respeto de las diferencias, de los rasgos, de las culturas….no lo se.

Pero en la isla el mundo es al revés. Los jóvenes andan a caballo o en moto. Y te duele la guata que no use casco ni el chofer ni su mujer atrás ni el niñito que va parado al frente.  El atún es una delicia pagable pero el papel higiénico es tesoro. Los taxis son una especie de vergüenza cuando tus pies te llevan de verdad a todos lados…están hechos para los sedentarios continentales que nos da el asma a las dos cuadras de tanto aire puro y vegetación grosera.

Amé las flores en los cabellos largos..hubiera querido usar una pero me sentí no digna de merecer. Y me pregunto como se ganan ese merecimiento los muchos contis que viven en la isla. Como la gente que trabaja en rehabilitación y que conocimos a propósito del trabajo que nos llevó a esta extraña isla.

El conceptos de discapacidad los une en su labor. Pero me da la sensación que los desunen  los discapacitados. Porque ellos, los kaharaia (que significa na’que hacer) son sujetos que viven en una comunidad que no los mira siquiera. Desde nuestros paradigmas nos asombra el individualismo y que en un lugar tan pequeño existan tantas agrupaciones de 15 personas (número mínimo para tener personalidad jurídica)  como sea posible. Individualismo, esa es la definición que le damos.
Los rehabilitadores del conti nos cuentan de visitas domiciliarias en donde las personas han “abandonado “a sus familiares enfermos y nadie les dice nada…no hay vergüenza de aquello en la isla. Las rehabilitadoras isleñas nos dicen que es complejo visitar a alguien que siempre es familiar tuyo (todos son tíos, primos, hermanos).

Pero este individualismos no es desde el capitalismo. NO lo impulsa la pérdida de tiempo que implica cuidar a un enfermo y perder mis años de productividad y control del poder. Es un confiar en que el otro puede solo, como todos lo han logrado. El alcalde de la isla nos nombra a todas las personas con discapacidad que trabajan con el en su municipio (8 personas, mas que cualquiera municipalidad que haya conocido y con un número mucho mayor de personas con discapacidad en su territorio), pero a él le parece obvio, le parece que ni siquiera debe identificarse, porque es así, es Kaharaia (ná que hacer) y por lo tanto vivir…

El hospital es una gran institución.  Es un elefante blanco ( y por cierto nuevo y bello) que concentra las energías y recursos del mundo sanitario. El pueblo se moviliza hacia él para solicitar mucho mas que una atención clínica. Ahí está la asistente social que es también concejala, ahí están sus familiares y están los seguros sociales. Y ahora está el equipo de rehabilitación comunitaria. Bien metido dentro del hospital.

Y dentro del elefante atienden a personas hospitalizadas, evalúan,  hacen informes y se los digiere ese inmenso estómago.  La gente no parece molestarse, es lo que debe pasar.

NO se ve comunidad desde la definición nuestra. NO se ven agrupaciones apoyándose colectivamente. Se ven personas, un solo cuerpo que se moviliza junto a muchos otros para ir en ayuda de una persona que requiere fondos (en los 4 días que estuvimos trabajando, hubo dos eventos a beneficio, con mucha asistencia), es la persona mas otra persona que llena el gimnasio del colegio para ver bailar a su hijo o hija, o a  su sobrino que es hijo de la mujer del lado. Porque todos son familia, porque todos son uno finalmente.

Al finalizar nuestra estadía las líderes de una bella agrupación y nuestra coordinadora nos despidieron en el aeropuerto con muchos collares de conchitas, un rito para que volvamos, un momento de agradecimiento. Ellas ni se imaginan lo importante que fue eso para nosotros…fue un permiso para amar, para encontrarse, para seguir pensando en conjunto.

Me quedo colmada de incertidumbre. Ir a Rapa Nui es como ir a una tierra fuera del espacio, extraña e incomprensible. Y los Moai miran hacia adentro, hacia su pueblo, siempre hacia su pueblo, para que los antepasados después de muertos sigan entregando su sabiduría a su gente y a nadie mas.


Dani        




VISION DE LA CARTA DE LA TRANSDISCIPLINAREIDAD Y SU APLICACIÓN EN SALUD

La “Carta de la Transdisciplinariedad” fue desarrollada en el Convento de Arrabida, noviembre de 1994, donde Edgar Morín fue uno de los principales autores.
Nos hemos basado en ella para varias clases y presentaciones. Sin embargo, luego de que llegara a nuestra vida literatura de Boaventura de Sousa Santos, nos atrevimos a re-mirar y re- pensar esta carta…aca van nuestras reflexiones de los “considerandos” …avanzaremos en aquello.

EN RELACION A LOS CONSIDERANDOS

“La proliferación actual de las disciplinas académicas y no-académicas conducen a un crecimiento exponencial del saber que hace imposible toda mirada global del ser humano”.
Reflexionando: la proliferación del conocimiento humano va mas allá de las disciplinas que la abordan, no acordamos que este crecimiento vaya en desmedro de la totalidad del sujeto. Lo que ha dañado profundamente la posibilidad de reconocer los saberes populares y científicos en una misma mesa de construcción, es la hegemonía de este último sobre toda forma fuera de sus formas, dogmas y métodos.
La propuesta de una nueva disciplina nos deja en el mismo campo disciplinar. La propuesta de una transdisciplinariedad que contemple saberes, constructos y valores que van mas allá de lo estructurado incluso, sería para nosotros la “disciplina” necesaria para la gestación de una salud para todos y todas.
“Será la palabra buscada “tran-saberes”?


“Sólo una inteligencia que dé cuenta de la dimensión planetaria de los conflictos actuales podrá hacer frente a la complejidad de nuestro mundo y al desafío contemporáneo de la autodestrucción material y espiritual de nuestra especie”.
Reflexionamos: sólo la posibilidad de que los saberes se encuentren en un diálogo comprensivo y participativo nos hará crecer como humanidad. El levantamiento de una nueva inteligencia, no nos hará buscar sólo otro saber hegemónico distinto? Apelamos a lucha por la participación y el reconocimiento cultural profundo.


“ La vida está seriamente amenazada por una tecnociencia triunfante, que sólo obedece a la lógica horrorosa de la eficacia por la eficacia”.
Reflexionamos: la tecnociencia tiene elementos que enriquecen y apoyan a la humanidad. La amenaza vuelve a aparecer desde la única forma de pensar imperante, por sobre las tecnologías apropiadas, locales, naturales, simples y económicas.

“ La ruptura contemporánea entre un saber cada vez más acumulativo y un ser interior cada vez más empobrecido conduce a un ascenso de un nuevo oscurantismo, cuyas consecuencias en el plano individual y social son incalculables”.
Reflexionamos: compartimos este daño al espíritu. El individualismo y la rutina de vida contemporánea, centrada en la producción y acumulación de bienes sólo nos lleva a la muerte. Pero volvemos a ver el mundo desde nuestros ojos occidentales. En zonas del oriente y en el mundo indígena existe una episteme liberadora y universal. Este pensar es invisible a las mentes reducidas y empobrecidas del occidental. Entonces pensamos..la riqueza está, pero en formas de reflexión que no podemos o hemos sabido apreciar.

“ El crecimiento de los saberes, sin precedente en la historia, aumenta la desigualdad entre aquellos que los poseen y los que carecen de ellos, engendrando así desigualdades crecientes en el seno de los pueblos y entre las naciones de nuestro planeta”
Reflexionamos: pero…de que saberes estamos hablando? Existirá en el mundo una persona sin saber? Quien no posee saber sobre su cuerpo, su sentir, su contexto?
¿Cual es la valorización imperante en esta propuesta de la carta? Sólo un saber existe y si no se llega a el se esta ajeno.
Consideramos que el postulado es excluyente y nuevamente levanta la necesidad de que la humanidad “se alinee” a una forma de conocimiento. La búsqueda es la riqueza de la diferencia, no a la igualdad de conocimiento.

“ Al mismo tiempo que todos los desafíos enunciados tienen su contraparte de esperanza y que el crecimiento extraordinario de los saberes puede conducir, a largo plazo, a una mutación comparable al pasaje de los homínidos a la especie humana”.
Reflexionamos: esta carta responde a una filosofía dual, positivista. Nuestra propuesta de “transaberes” busca la no igualdad en tanto al derecho a la diferencia. Se requiere entonces de una lucha por el encuentro dialéctico de propuestas, saberes, conocimientos y sentires.
Pronto reflexionaremos sobre las estrategias para el transaber. De estas, “la traducción” será una de ellas.

Dani y Pedro
Pedro y Dani

La imaginación objetiva

La dicotomía entre lo objetivo y lo subjetivo, nos empuja a representar la realidad como un “algo”, separando de nuestra esencia, este “algo” absoluto como una verdad superior. De su existencia se desprende nuestra propia objetivación, cómoda en la que imaginamos, la dimensión del infinito y detenemos el devenir del tiempo. Agregamos al universo esta nueva dimensión inconmensurable que nos atrapa en el tiempo, espacio e imaginación, este triángulo no configura como un todo, vivimos o imaginamos. Elucubramos sobre el futuro recordamos el pasado y vivimos el presente, es el mismo imaginario en que se pretende racionalizar hasta objetivar y se vive lo subjetivo alcanzando lo mágico, en una amalgama inseparable. Se
Esta dimensión se despliegan en lo social, donde la imaginación se colectiviza, se fortalece y se expande. El intercambio su fuerza natural se producen en simpatía esencia del compartir o interactuar, la razón lo denomina comunicación y el sinrazón amor, fuerza integradora, que nos conecta pero a la vez nos separa. Esta integración se estructura sobre doctrinas que nos encierran o normalizan limitando nuestros contenidos separándonos lo nuestro del resto, dicotomía que nos vuelve objetivar, una respuesta absoluta.
Somos todo imaginación y hemos de creer en ello, el devenir de ella está sujeto a este triángulo de nuestras dimensiones tiempo, espacio e imaginación que se alimenta del fluir, vivir e imaginar, en forma abierta libre, como un río que entre los recodos se aquietan las agua pero no las detiene, la normalización o el “imprinting” cultural retardan la imaginación de un nuevo mundo donde creamos lo que imaginemos e imaginemos lo que creamos.

Un día Positivo


Hay días que dejan un gusto agradable, y este es uno de esos, en realidad fue mas que eso mas bien un gran día, culminamos la actividad llamada escuela para jóvenes neurólogos en Buenos Aires,  que organiza la sección panamericana de la sociedad de movimientos anormales, una actividad muy exitosa saca lo mejor de todos. Un grupo de jóvenes neurólogos altamente motivados y muy estudiosos junto a un grupo de neurólogos especialistas en movimientos anormales intercambiaron conocimientos en un dialogo fluido donde la experiencia se entrego desinteresadamente a estos ávidos colegas, que nos mostraron situaciones clínicas muy interesantes y tensionaron nuestros conocimientos, a mi entender un ejercicio académico excitante, ágil, desafiante y motivador. La multicultural, con sus diferentes lengua se hicieron  presente en un intercambio fluido castellano, portugués e ingles se mezclaron libremente en una respetuosaintegración.
Presente pasado y futuro al unisono se coordinaron para construir un momento delicioso. Ya en camino de vuelta llegando al aeropuerto pude apreciar y captura la maleficencia del despegar de un avión, impactante, mientras atesoro las caras de esos colegas que comienzan desplegar sus alas para emprender el vuelo independiente, creo interpretar a mis colegas diciendo que nos  sentimos afortunados que reciban nuestros conocimientos y nos permitan miras sus despegues.        


     

viernes, 29 de agosto de 2014

Lo evidente es invisible el “apartheid” en Chile .

A propósito de la visita de nuestra presidenta a Sudafrica, volvimos a escuchar  la historia de Nelson Mandela  y su lucha por termina con las política del “apartheid”, como no horrorizarnos con una política tan brutal que condenaba a un sector de la población a  vivir en la miseria, a riesgo de parecer exagerado o mas que exagerado, echar una mirada a lo que no vemos, quiero recordar en este momento un viejo aforismo castizo “Es mas fácil ver la paja en el ojo ajeno, que la viga en el propio”.
¿Existirá el apartheid en Chile? O de otra forma, podríamos preguntarnos  ¿tendremos políticas de estado que segregan a las persona?. ¿Por que preguntarnos esto?, me resulta evidente que tendremos segregación, posiblemente en este punto muchos estemos de acuerdo, sin embargo plantear que esta segregación sea responsabilidad nuestras leyes puede ser un paso mas temerario,  en esto debo declara que soy un convencido que no existe ninguna legislación que pueda construir una situación como la del «apartheid», que es el resultado de una problemática mas amplia, en que la legislación es solo un elemento mas, en que se refleja la fractura social, donde una clase dominante utiliza la legislación para oprimir a otra, que en Sudafrica toma forma en las diferencias raciales, siendo esta solo una de las dimensiones, donde podríamos decir que existen elementos culturales, sociales, pobreza entre otros, los que aun no han sido superados apresar de los múltiples avances que han tenido, incluyendo la derogación  de la legislación. Con esta comprensión me parece que tenemos temas que reflexionar, efectivamente nuestras ciudades están altamente segregadas, y citando a Boavenura de Sousa Santos creo que nuestras ciudades en su cartografía tiene «zona civilizadas y salvajes», estas ultimas son lugares donde el narcotráfico pone las reglas, donde la pobreza toma diferentes formas, donde los enfrentamientos armados se han ido naturalizando, donde el valor de la vida es menor, el acceso a los servicios del estado es mas dificultoso y la opinión parece valer solo para los periodos de elecciones. La zona civilizadas se sienten amenazadas por las zonas salvajes por lo que se defienden levantado muros, con sistemas de seguridad cada vez mas sofisticados, con un alto nivel de sensación de inseguridad, defendiéndose en grande vehículos o casas que actúan como cápsulas protectoras para aislarnos de los potenciales agresores. Si bien nuestras constitución consagra la igualdad ante la ley, como en Sudafrica esto no es suficiente para terminar con el «apartheid», requerimos de un esfuerzo en que además de las necesarias reformas tributaria, educación, salud entre otras y trabjemos por un cambio profundo.

domingo, 6 de abril de 2014

La Torre (una vivencia desde fuera de un servicio de urgencia)

Sombría oscuridad que llenaba de luto, la humedad de los olores, orina, sudor y frazadas que cubrían el suelo de los sin techo.
El ruido del murmullo de los que esperan, pequeños, morenos, angustiados, atesorando los últimos momentos del dolor, la inconsciencia o quizás la palabra confusa.
Se transforma en la última posesión  que les queda del ser querido, tras esa puerta blindada por la indiferencia, y flanqueada por la soberbia de un mandato superior que cayó del cielo, que no pasen sino los elegidos.
Que no pase la brisa de los murmullos que recorren los pasillos,  cada vez que el tuerto malhecho la abre y cierra, carcelero impávido a los gritos de angustia de los que merodean la cueva que se tragó a su ser querido.
Recordando el momento que se abrió esa puerta luminosa llena de color verde por la esperanza de un retorno.

Debemos nacer y morir no podemos elegir,  ¿Cómo vivir podremos elegir?