domingo, 22 de septiembre de 2013

Adivinos, profetas y científicos

La luz tímida iluminan los objetos olvidados bajo el ventanal, alertando  la memoria a capturar el destello, como un filtro en el que se atascan las partículas que no alcanzan a escabullirse. Destellos, partículas, momentos  construyen pasado, presente y futuro, piezas gélidas arrancadas al devenir de los eventos y su curso impredecible, que continua inexorablemente conduciéndonos a un destino desconocido, esperado, olvidado.

Adivinos, profetas, científicos esputan sus enjuagues llenos de sabores que tiñen nuestros ánimos de emociones. Cantos de sirenas se entre mezclan con el olor nauseabundo del amargo destino de quienes irresistiblemente atraídos, sucumbieron a sus designios y atraparon el tiempo, transformando el futuro en presente, el destino inexorable fue debelado, el camino conocido no puede ser olvidado. 

(prosa que surge de los sentimientos ante el diagnostico presintomático en enfermedades neurodegenerativas como el Huntington y la película melancolía director danés Lars von Trier)